Hoy, las tendencias son otras, y por mucho que haya quien se niegue a adscribirse a una u otra, la forma de vestir habla por ti cuando alguien no te conoce de nada. Hay que tenerlo presente, no porque quieras que no te miren mal en el metro, que al fin y al cabo poco importa, sino porque seguramente cuidarás tu apariencia cuando acudas a una entrevista de trabajo, a la primera cita o a conocer a tus suegros.

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