La razón por la que tu abuela te dice constantemente que te afeites la barba o que te quites el piercing radica en que ella se ha criado con un canon de belleza diferente, en el que los hombres iban afeitados, perfumados y con el pelo bien cortado, no con greñas ni media melena.
Hoy, las tendencias son otras, y por mucho que haya quien se niegue a adscribirse a una u otra, la forma de vestir habla por ti cuando alguien no te conoce de nada. Hay que tenerlo presente, no porque quieras que no te miren mal en el metro, que al fin y al cabo poco importa, sino porque seguramente cuidarás tu apariencia cuando acudas a una entrevista de trabajo, a la primera cita o a conocer a tus suegros.
Comentarios
Publicar un comentario